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Milagros mentirosos.



¿Son los milagros señales obligatorias que provienen de un hombre de Dios?

No.

Delante de Moisés y el faraón de Egipto los líderes religiosos Jannes y Jambres hicieron milagros espectaculares.

Los religiosos siempre ‘hacen’ milagros provenientes de Satanás para mostrar una cara humanista y a su vez levantar sus personalidades; hasta el punto, si es posible, ser objeto de adoración directa o indirectamente.

Justino Mártir (100-165 d.C), uno de los primeros defensores de la fe cristiana, nos cuenta en sus escritos acerca de Simón el mago. Este individuo engañaba a todos con ser un dios en carne; y es el mismo a quien el apóstol Pedro le reprochó: “Tu dinero perezca contigo, que piensas que el don de Dios se gane por dinero. No tienes tú parte ni suerte en este negocio; porque tu corazón no es recto delante de Dios” (Hch 8:14-21).

Hoy sobran los Simones disfrazados de líderes de sectas y denominaciones, como las llamadas ‘mega-iglesias’, y ministerios de ‘sanidad’. No son más que bufones extorsionistas, endemoniados y disfrazados de hombres de Dios, a los cuales—tristemente—muchos verdaderos cristianos siguen, cebados en su necesidad de mejorar su hacienda y nivel de vida material.

Este Simón al que el apóstol Pedro amonestó y previno sobre las ardientes llamas del Infierno al doblar de su esquina, no le bastó y siguió con sus embustes y andanzas; pero leamos directamente de nuestro hermano Justino Mártir, en aquel primer siglo después de la partida de Jesucristo, nuestro Señor:

“Después de la ascensión del Señor al cielo, los demonios compelían a algunos hombres a llamarse a sí mismos dioses, y a éstos no sólo no perseguiste sino que han sido tenidos por dignos de veneración. Cierto Simón, samaritano, de la aldea llamada Gibón, realizaba, en tiempos del césar Claudio, milagros mágicos por arte de los demonios que operaban en él; fue considerado dios en Roma, nuestra ciudad real, y como tal fue honrado entre vosotros con una estatua en el río Tíber entre los dos puentes, con la siguiente inscripción en latín: "SIMONI DEO SANCTO", lo que significa: A Simón, el dios santo. Y casi todos los samaritanos, e incluso algunos de otros pueblos, le reconocen y adoran como el primer Dios. También decían que una tal Elena, que por entonces iba con él, aunque anteriormente había estado en un prostíbulo —en Tiro de Fenicia— era el Primer Pensamiento producido por él”.

¿Cuántos falsos Simones tenemos hoy? ¿Cuántos embusteros que te dicen acerca que cada uno de nosotros somos dioses capaces de auto dirigirnos, tergiversando las Escrituras Sagradas? ¿Cuántos más siguen surgiendo con ese espíritu maleado bajo la imagen de su líder Abadón y Apolión? ¿Cuántos más veremos en los dias que se nos aproximan y en los cuales ya vemos el espíritu del Anticristo, listo para proporcionarle al humano el tenebroso zarpazo final?

Ten el yelmo y la armadura del espíritu puesta, limpia, arraigada a vuestro cuerpo, corazón, alma, espíritu y mente; porque ya caminamos sobre aguas turbias, y tiempos peligrosos nos despiertan cada mañana.

“Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y estar firmes, habiendo acabado todo. Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos de verdad, y vestidos de la cota de justicia. Y calzados los pies con el apresto del evangelio de paz. Sobre todo, tomando el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de salud [y salvación]; y la espada del Espíritu; que es la Palabra de Dios” (Efe 6:13-17).

En el Nuevo Testamento, el Espíritu de Dios advierte que en los tiempos cruciales ese espíritu del anticristo volvería a reaparecer; más aún al final. Hombres religiosos [y es hasta muy evidente que todos buscan su trajecito especial] los cuales harían milagros (falsos) pero realmente carentes de verdadera fe y por tanto ausentes del Espíritu Santo.

“Y de la manera que Jannes y Jambres resistieron á Moisés, así también estos resisten á la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos acerca de la fe (2 Timoteo 3:8).

La fe viene por el conocimiento de la Palabra de Dios; no por ver o ‘experimentar’ milagros.

“Mas no todos obedecen al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído á nuestro anuncio? Luego la fe es por el oír; y el oír por la palabra de Dios” (Romanos 10:16-17).

Nunca en la Biblia ningún hombre de Dios organice un ‘culto de milagros’, sino que el Espíritu Santo se manifestó sin avisar y con un propósito específico para llamar la atención de los gentiles presentes. Pues el verdadero milagro, es el cuerpo nuevo que el Señor nos dará para siempre jamás, incorruptible, que no perece ni enferma nuevamente.

“Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción se levantará en incorrupción. Se siembra en vergüenza, se levantará con gloria; se siembra en flaqueza, se levantará con potencia. Se siembra cuerpo animal, resucitará espiritual cuerpo. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adam en ánima viviente; el postrer Adam en espíritu vivificante. Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo spiritual... Y como trajimos la imagen del terreno, traeremos también la imagen del celestial” (1 Corintios 15:42-49).

Casi siempre, como fue el caso de Judas, poseído directamente de Satanás (no de simples demonios), el que posee el espíritu del anticristo sale y proviene de entre los mismos ‘cristianos’ o seguidores del Señor. Ninguno de los apóstoles conocía al anticristo entre ellos, hasta que Cristo se los reveló. En otras palabras: Cristo es quien revelará a sus verdaderos seguidores quién es el anticristo en el tiempo final; ya hoy asomándose con evidente rapidez.

Hay muchos anticristos, pero ese que el libro del Apocalipsis habla de aparecer al final; los cristianos, como en tiempos de Judas, estarán presentes en esta tierra para saberlo cuando el Hijo de Dios nos lo revele, como hizo a sus apóstoles… al final, antes de su partida y eminente persecución de ellos. Ahora… al final…antes de su regreso y eminente persecución de los cristianos; de manera que sus ‘milagros’ no sorprenderán a los verdaderos cristianos.

Los cristianos que hoy siguen a tantos Jannes y Jambres: tipo el espectacular Benny Him, muestran estar tan ciegos como los apóstoles cuando tenían a Judas entre el grupo de ellos (cada dia) y ni siquiera imaginaban quién era él; a pesar de que se interesaba mucho por el dinero y las ofrendas.

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Diciembre 2019.