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Canto profético de Moises.
“Porque Yahweh Dios juzgará a su pueblo…cuando viere que la fuerza pereció, y que no hay guardado, mas desamparado. Y dirá: ¿Dónde están sus dioses…Levántense, que os ayuden y os defiendan?...Ved ahora que yo soy, y no hay dioses conmigo. Yo hago morir, y yo hago vivir: Yo hiero y yo curo; y no hay quien pueda librar de mi mano. Cuando yo alzare a los cielos mi mano, y diré: Vivo yo para siempre…Yo volveré la venganza a mis enemigos, y daré el pago a los que me aborrecen. Embriagaré de sangre mis saetas, y mi espada devorará carne…Alabad gentes a su pueblo, porque él vengará la sangre de sus siervos, y volverá la venganza a sus enemigos. Y expiará su tierra, a su pueblo”.
Terribles palabras pronunciadas por el Espíritu Santo contra aquellos que van tras la religión inanimada, adorando ídolos, imágenes, falsas idolatrías y filosofías abstractas, todo lo cual produce impiedad. Dios los conmina a que sus falsos dioses le revelen el futuro o le curen sus almas, y en una ira que podría parecer despiadada—sabiendo que proviene de un Dios de amor que nos creó y se dió a sí mismo por nuestras transgresiones—nos anuncia el día final en que como cirujano que no le queda más remedio, quitará el cáncer que ha plagado la historia humana desde el comienzo hasta el final. Y tú, amigo lector, tómate tu tiempo y lee e investiga qué ha sido de la historia humana desde esos días en que Moisés profetizaba al futuro hasta hoy: el hombre no ha cesado en guerras, envidias, alegrías pasajeras, hambres en el mundo por mala distribución de las riquezas, robo de poderosos contra ignorantes, privilegios para unos y miseria para un resto (justificadas e injustificadas), confección de armas nucleares de destrucción masiva, biológicas y químicas.
Leyes que pavonean a una minoría mientras la mayoría es alimentada de entretenimientos y falsas esperanzas. Indague cuántos niños mueren de hambre y enfermedades fácilmente curables en nuestros días, inclusive en esta época de grandes adelantos científicos y tecnológicos como estaba profetizado que sucedería por boca del profeta Daniel (Dn 12:4 ). Cuántos dictadores manipulan a sus pueblos y los someten, como bestias humanas, a cárceles visibles en unos casos, y cubiertas en otros con la ideología del engaño. Miremos las estrellas a nuestro alrededor, el bello mundo natural que nos rodea, los procesos físicos perfectos que nos permiten la vida en este planeta azul, y nos daremos cuentas que el Creador no tiene comparación, nos ha entregado la vida en abundancia y su gracia dorada; sin embargo, como animales rabiosos no hemos sido capaces de vivir en sociedad por períodos largos en nuestra historia, siempre vagueando entre poderosos y débiles, dignos e indignos, inteligentes e ignorantes, clases altas y bajas, pudientes y miserables; en fin, no culpes a Aquel , que te entregó un jardín terrenal que produce variados colores y vida sin cesar si lo cuidas, y te prometió igualmente una vida física y espiritual eterna, de calidad en consonancia si solo lo buscares de corazón, y no te aferraras a tantas vanas filosofías, cultos diabólicos e idolatrías malsanas, que él nunca os proveyó. Una vez que analicemos todo ello sin prejuicios, entonces entenderemos a este Cirujano Celestial que constantemente nos anuncia sobre un dia—ya cercano—en que el cáncer terrenal será extirpado para siempre jamás.