Es
curioso que el nombre Malaquías signifique “mi mensajero”. Fue él quien anunció
al precursor del Señor Juan Bautista. Nos habla del amor de Dios sin ignorar el
Juicio Final ¿Y cómo ignorar las advertencias del Creador por tal de simpatizar
con los oyentes? Su libro—como todos los profetas en general—no está compilado
cronológicamente, de manera que expondré en el orden que él lo dejó a la
posteridad, y teniendo en cuenta que ya las hemos analizado con anterioridad.
“¿Y
quién podrá sufrir el tiempo de su venida? o ¿quién podrá estar cuando él se
mostrará? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores”
(3:2). Esto lo profetizó Malaquías hace casi 2500 años; sin embargo hoy—en el
2012—cuando ya estamos muy cerca de ese dia, le preguntamos a usted amigo
lector: ¿Está preparado para sostenerse “en pie” cuando el Cristo Divino
se manifieste con potestad y gran gloria? ¿Cree usted en él de corazón o
simplemente le contrae algún tipo de emoción?
El
es omnisciente, y su majestad abarca más allá del mundo físico que conocemos.
¿Has notado cuántas galaxias y estrellas conforman ese mundo físico? Son
billones; no obstante, se nos revela que es una pequeña parte de la
existencia, solo la creación material. No olvide que el Mesías de Dios dijo:
“El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que es incrédulo al Hijo, no
vera la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Jn 3:36).
El
Mesías Hijo vendrá e instaurará el Reino Eterno prometido por su Padre (Dn
7:13-14), comenzando con su reino de mil años (Apoc 20:4-6). El profeta
Malaquías nos lo anuncia igualmente al asegurarnos que: “Porque desde donde el
sol nace hasta donde se pone es grande mi nombre entre las gentes…porque grande
es mi nombre entre las gentes, dice Yahweh de los ejércitos” (1:11). Todo el
mundo adorará al Creador a través de su amado Hijo Jesús…”porque yo soy Gran
Rey…y mi nombre es formidable entre las gentes” (1:14).
Entonces
habrá un pueblo de Dios siéndole “especial tesoro” (3:16-18); sirviendo e
impartiendo justicia en todos los rincones del planeta a toda criatura. Será un
Milenio de paz, justicia, e inimaginables bendiciones; y es por esto que el
profeta Malaquías nos dice que: “a vosotros que teméis mi nombre, nacerá el Sol
de justicia, y en sus alas traerá salud; y saldréis y saltaréis como becerros
de la manada” (4:2). ¡Amén!