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Vendrá el Deseado de los pueblos.

Profetas Menores del Antiguo Testamento en Alejandro's Libros


Cuando este varón de Dios escribe ya el pueblo judío había comenzado el regreso del primer cautiverio babilónico (536 a.C). Una de sus prioridades (Esd 1:2) ordenada por Dios a través de sus profetas era la reconstrucción del Templo de Jerusalém, el cual se concluye en el 516 a.C. Por esa época (520-516 a.C) y dando ánimo al pueblo para que se integraran en el proceso de construcción, encontramos al profeta Haggeo remontándose—por Espíritu Santo—al Final de los Tiempos y asegurándonos que otro “postrero Templo” (v.9) sería construido en ese mismo lugar; al que entraría el “Deseado de todas las naciones” (v.7). Ese es el Mesías Cristo Jesús, quien de acuerdo a las Santas Escrituras se sentará allí en su Trono de gloria y gobernará a los pueblos (Mt 19:28), trayendo e impartiendo consigo justicia y paz (v.9), durante su Reino Milenario.

Este Templo que se concluyó en el 516 a.C, remodelándose posteriormente desde tiempos del rey idumeo Herodes (20 a.C), fue siglos después—en el 70 d.C—arrasado por el ejército romano; destrucción que perdura hasta nuestros días, y del cual solo queda hoy el famoso muro de las lamentaciones, visitado por judíos ortodoxos y ciudadanos de diversas naciones. En el área del antiguo templo los musulmanes construyeron la llamada Mezquita de Al-Aqsa y Cúpula de la Roca; catalogado según ellos como segunda en importancia después de la “Meca” en el Islam; aunque nunca es mencionada en el Corán ni escritos que le siguieron, mostrándonos que jamás les fue de importancia ni considerada como sitio sagrado, sino que ahora es reclamado con tal de impedirle a los judíos la reconstrucción de su templo a partir del muro.

Todo parece indicar que además del odio acérrimo contra los judíos una de las varias causas que alimentarán la idea poder definitivamente barrer a Israel de la faz de la tierra, será la ahora ya cercana construcción por los judíos del Templo de Jerusalém en esa codiciada propiedad. ¿Cómo será esto posible? Se ha hablado de compartir el área entre las tres religiones que abarcan e impactan con más fervor a sus feligreses en este mundo: Judaísmo, Cristianismo e Islam; sin embargo, creemos que una guerra local acompañada por un estremecimiento del subsuelo próximamente crearía las bases objetivas y subjetivas para que el tercer Templo—profetizado por Ezequiel—sea construido; ya que muy cercano en la historia de nuestra generación veremos a Jerusalém puesta como piedra de tropiezo a varios ejércitos (Zac 12:3).