-->

Moises... símbolo del Mesías.

Profecias en el Pentateuco en Alejandro's Libros




A veces nuestros familiares y amigos pueden difamar y calumniar tras nuestras espaldas; y eso es lo que le ocurrió a Moisés. Cuando sus hermanos Aarón y María murmuraron con malicia y envidia contra él, fueron gravemente reprendidos, incluyendo a María que automáticamente se llenó de lepra, y solo gracias a la nobleza de su hermano que rogó a Dios por ellos no perecieron en su totalidad. De ese Moisés Dios les dijo: “Oíd ahora mis palabras; si tuvieres profeta de Yahweh, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él. No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. Boca a boca hablaré con él, y a las claras, y no por figuras, y verá la apariencia de Dios; ¿Por qué pues no tuviste temor de hablar contra mi siervo Moisés?...y he aquí que María era leprosa como la nieve” (Nm 12: 6-8).




El propio Jesús les dijo: “¿Cómo podéis vosotros creer, pues tomáis la gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que solo de Dios viene? No penséis que yo os tengo de acusar delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien vosotros esperáis” (Jn 5: 44-47). Ellos siguen empecinados en que su Mesías judío está aún por llegar y de ahí que no encontrarán más que al Anticristo—de ascendencia judía—quien los engañará como el falso príncipe de paz que ellos han esperado, manifestándose finalmente como un hombre de pecado, el hijo de perdición que se opondrá a todo lo que se llame Dios o que se adore, haciéndose él mismo pasar como Dios; con sofisticados milagros tecnológicos y señales mentirosas que harán arrastrar hacia sí mismo a las masas engañadas e hipnotizadas por su peculiar carisma (2 Tes 2: 3-9).